El aislamiento en el adulto mayor puede tener graves consecuencias para su salud mental y física. Puede llevar a la depresión, la ansiedad, la falta de motivación, la falta de autoestima y la pérdida de habilidades cognitivas. Además, también puede aumentar el riesgo de enfermedades como la hipertensión, la diabetes y la demencia.

Es importante que el adulto mayor tenga una red social sólida y participación en actividades sociales para prevenir el aislamiento. Las entidades sociales, culturales y deportivas pueden ser un buen lugar para conocer a otros adultos mayores y participar en actividades juntos. También se pueden fomentar las visitas de amigos y familiares, así como realizar actividades fuera del hogar, como viajar o asistir a clases y actividades culturales.

La familia y los cuidadores también pueden desempeñar un papel importante en prevenir el aislamiento. Se puede animar a la comunicación frecuente y a la participación en actividades juntos, además de buscar ayuda profesional si se detectan signos de aislamiento o depresión.

Bibliografía:

  1. World Health Organization (WHO). (2020). Loneliness and social isolation as a global public health issue. Recuperado de https://www.who.int/campaigns/world-health-day/world-health-day-2020
  2. Jeste, D.V. y Blazer, D.G. (2003). Late-Life Mental Disorders. The Lancet, 361(9355), pp.1409-1419.
  3. National Institute on Aging (NIA). (2021). Loneliness and social isolation. Recuperado de https://www.nia.nih.gov/health/loneliness-and-social-isolation

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