El abuso y la negligencia de adultos mayores son problemas serios que a menudo pasan desapercibidos. Los adultos mayores pueden ser especialmente vulnerables a este tipo de trato debido a su dependencia física o cognitiva de otros. Aquí hay algunos signos a los que debes prestar atención:
En el caso del abuso físico, las lesiones inexplicadas como moretones, quemaduras o fracturas pueden ser indicativos. También se debe prestar atención a los signos de mala praxis con medicamentos, como sobredosis o falta de administración de los mismos. Si la persona parece asustada o inusualmente nerviosa alrededor de ciertas personas, también podría ser una señal de abuso.
El abuso emocional puede ser más difícil de detectar, pero algunos indicativos son cambios en el comportamiento o en el estado de ánimo, como depresión, ansiedad o retiro social. A veces, el adulto mayor puede parecer asustado, inquieto, deprimido o confundido.
La negligencia se refiere a la falta de cuidado apropiado, que puede ser intencional o no. Los signos de esto pueden incluir falta de higiene personal, desnutrición o deshidratación, falta de atención médica adecuada, o condiciones de vida insalubres.
El abuso financiero se presenta cuando alguien se aprovecha de los recursos financieros de un adulto mayor sin su consentimiento. Esto puede incluir el robo de dinero o bienes, o el uso de la identidad de la persona mayor para obtener crédito o comprar bienes.
La explotación sexual, aunque menos común, también ocurre y se caracteriza por cualquier contacto sexual no consensuado o coerción para realizar actos sexuales.
Es importante tener en cuenta que cualquier persona puede ser el autor de este tipo de abuso o negligencia, incluyendo familiares, amigos, cuidadores profesionales e incluso extraños. Si sospechas que un adulto mayor está siendo maltratado o descuidado, es importante reportarlo a las autoridades locales para que puedan intervenir y proteger a la persona en cuestión.
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