Sabemos que los hábitos de higiene diarios nos permiten tener una vida alejada de unas cuantas enfermedades. Pero aún así existe una una queja generalizada sobre por que huelen de determinada forma las personas mayores. Cómo ya comentamos antes aquí, lo que se llama «olor a anciano» existe, pero no siempre es por la falta de higiene. Pero alejándonos de los estereotipos y cuestiones edadistas, existen casos en que sí, algunas personas mayores «huelen» o tienen otros signos de que no se duchan o bañan con la frecuencia suficiente para mantenerse limpios.
Una amiga me contaba que notó un día que su padre no olía bien y le preocupó. El señor en cuestión es un anciano y vive solo, aún con bastante autonomía, hecho que preocupó a mi amiga, pero cuando le fue a ver otra vez, su padre la aclaró que había tenido un día duro con la artritis y no se había duchado, pero no la quería preocupar. Eso es un tema puntual, y no debemos ser críticos. Pero cuando hablamos de descuido personal y mala higiene real lo más importante es encontrar las causas para eliminar el problema por la raíz.
Y aquí es cuando nos preguntamos:
¿Por qué algunas personas mayores no se bañan o hacen lo posible para saltarse este momento del día?
Recuerda que el objetivo es descubrir las causas para ayudar a la persona, no debemos acusar ni culpar al anciano. Para que te sea más accesible verificar las razones de la falta de higiene, evita los tonos o actitudes de confrontación, puedes empezar analizando esta lista que preparamos con posibles causas:
7 Razones porque los ancianos pueden saltarse la hora del baño y/o tener malos hábitos de higiene:
1 – Depresión
Las personas deprimidas de cualquier edad hacen lo mínimo posible de cualquier actividad que requiera esfuerzo. La idea de una ducha o un baño ya puede ser demasiado. En casos de depresiones graves, las personas se vuelven descuidadas y pierden la noción del tiempo, ya que nada tiene sentido. Si la persona a quien cuidas o tu familiar mayor tiene síntomas de depresión debe ser visto por el médico pues la salud mental es todavía más importante que la higiene.
2 – Pérdida de Control
No es fácil sentir que perdemos nuestras habilidades a la medida que envejecemos. Sentir que perdemos el control puede ser abrumador. Muchos adultos mayores como forma de protesta por estos cambios que pueden ocurrir dejan de ducharse o se ponen impetuosos en el sentido de decir, ¡yo decido cuando me ducho, no tu! Aunque parezca algo contraproducente, es una forma de mostrar autonomía, pero no muy racional. Lo mejor en situaciones como esta es destacar todo lo que la persona aún tiene bajo su control. Siempre es mejor estimular que juzgar.
3 – La soledad indeseada
Hay personas que al encontrarse mucho tiempo solas, se aburren y no sienten la necesidad de ducharse o cuidarse. ¿Por qué molestarse? Esa no es solo la mentalidad de un adulto mayor; puede ser universal. Lo vivimos con el confinamiento por cuenta del Covid-19, donde muchas personas se pasaban el día en pijamas, sin ánimos o estímulo para nada, ya que no podían salir de casa. Algo parecido ocurre con las personas mayores que están solas. ¿Por qué tomar una ducha cuando no veré a nadie hoy?
¿Qué hacer en estos casos? La idea es añadir planes interesantes a la rutina de la persona mayor. Sugiera hacer algo divertido juntos, como un paseo para visitar lugares conocidos o salir a almorzar o ir de compras. Cualquier cosa que tenga un nuevo enfoque podría hacer que la persona se diera una ducha o un baño instintivamente para prepararse. Apuntarle a alguna clase, reunión con amigos, acompañamiento por voluntarios, existen una infinidades de cosas que se pueden hacer para animarle.
4 – La pérdida del olfato
Es posible que las personas mayores no tengan el sentido del olfato que tenían cuando eran más jóvenes, esto es un hecho comprobado científicamente. Siendo así, es posible que no sientan la necesidad de bañarse con regularidad. No te obsesiones con que se bañen todos los días. A menos que una persona mayor haya sido muy activa, probablemente no necesitará un baño o una ducha diarios. Con una piel más frágil y seca, simplemente lavarse las axilas y el área de la ingle entre duchas formales podría ser más saludable. Cepillarse la lengua, los dientes (o prótesis dentales) dos veces al día, también debe hacer parte de la rutina. Pero cualquier evento puede animarle a bañarse, como por ejemplo, salir a hacer la compra, a dar un paseo, ir al parque.
5 – Incontinencia:
La incontinencia urinaria (IU) o pérdida involuntaria de orina es el trastorno más común relacionado con el tracto urinario inferior, sobre todo en personas mayores de 65 años, aunque no es un fenómeno normal del envejecimiento. si notas que tu familiar o la persona a quien cuidas empieza a tener pérdidas de orina es mejor ir al médico para evaluar como proceder. No querer usar protección contra la incontinencia porque equiparan pañales de cualquier estilo con ser un bebé. Sabemos que empezar a usar pañales a la edad adulta, es un problema social y desafiador. Sin embargo, normalizar la situación puede ayudar. Indique que hay muchas situaciones que pueden provocar incontinencia incluso a las personas más jóvenes. La única forma de manejarlo es usar una gran protección y luego seguir con una vida segura.
6 – Miedo y / o dolor:
los adultos mayores pueden experimentar mareos por los medicamentos o incluso problemas en el oído interno. Esto puede hacer que meterse en el baño o la ducha sea aterrador y que lavarse el cabello sea peligroso. El dolor también puede influir en esto. Si les duele las rodillas pasar una pierna por el costado de la bañera, es posible que pospongan la tarea. Se debe informar al médico sobre los mareos porque algunos cambios en la medicación pueden estar justificados. Si el dolor es un problema, tal vez una silla de ducha, barras de apoyo, un cepillo para la espalda de mango largo y un cabezal de ducha de mano ayudarían. El baño debe ser un espacio acogedor y debemos prepararlo para nuestro envejecimiento.
Además existen los problemas de salud y temores propio de la edad, algunas personas mayores se resfrían más fácilmente. Pueden cansarse más rápidamente. Es posible que ya no tengan el sentido del equilibrio y la amplitud de movimiento que tenían antes. Si alguien debe ayudarlos a bañarse, hay una pérdida de dignidad involucrada. Nuestro consejo es que te ofrezcas para acompañarle al médico para ver si se puede hacer más para aliviar su malestar. O estar atentos a estos cambios, para ajustar la hora del baño de la mejor manera.
7 – Avance del deterioro cognitivo / Demencia
Las duchas y los baños pueden ser preocupaciones importantes para los cuidadores de personas con demencia. La sugerencia breve es tratar de hacer que la experiencia de la ducha sea más cómoda manteniendo la habitación cálida y acercándose a la persona de manera suave. Seguro te podrá ayudar. Además, como comentamos antes, no hace falta ducharse cada día, saltarse una ducha nunca mató a nadie. Importante es cuidar bien de las partes íntimas para evitar malos olores, principalmente en el caso de la incontinencia. Tener la ropa limpia y usar productos adecuados a la piel del anciano/a también puede ser de gran ayuda.
¿Qué te ha parecido? Lo más importante es mantener el cuidado con base en la empatía, evitando actitudes críticas, buscando culpables y haciendo que la persona mayor se sienta ridiculizada. Si un adulto mayor en su vida tiene problemas para mantenerse razonablemente limpio, es posible que consigas mejorar este hábito conociendo las posibles razones de la falta de higiene y siguiendo algunos de nuestros consejos.
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