En las semanas previas a Semana Santa se debe priorizar la salud de las personas mayores. Es el hecho de que hay una variedad de situaciones que pueden poner en riesgo a una persona, incluidos los malos hábitos y la propagación del coronavirus en el contexto de una pandemia en curso. En este contexto, te enseñaremos algunas estrategias para salvaguardar a nuestros abuelos y evitar meteduras de pata que resten valor a la ocasión.
Esta conmemoración anual de la pasión de Cristo, entrada en Jerusalén, última cena, vía crucis, muerte y resurrección es una de las celebraciones que invitan a una pausa y reflexión. Por lo general, elegimos pasar estos días con nuestras familias, disfrutando del amor y el afecto de nuestros seres queridos y terminando la Semana Santa el Domingo de Pascua.
Le recomendamos que considere algunas situaciones clave al momento de cuidar la salud de los adultos mayores a la luz de este panorama. En primer lugar, es importante recordar que el coronavirus sigue causando una pandemia y una alerta epidemiológica. El virus todavía está presente, a pesar de que la incidencia y el número de infecciones están comenzando a estabilizarse. Por ello, cuando no se garantice la distancia mínima de seguridad, se recomienda seguir usando la mascarilla como medida preventiva frente al Covid-19, tanto en interiores como en exteriores. Podemos reducir la exposición al virus en un grupo vulnerable como los ancianos al hacerlo.
Además, en línea con lo anterior, será fundamental evitar aglomeraciones. Durante la Semana Santa, la oferta recreativa y cultural se dispara. Las procesiones son lo más tradicional de estos días, pero también incluyen otros actos culturales. Como resultado, los adultos mayores siempre deben estar acompañados y deben evitar las multitudes. Como resultado, evite las calles estrechas, las áreas congestionadas o los lugares donde se congrega una gran cantidad de personas.
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