En la tercera edad, las personas pueden presentar problemas de salud que afectan su estado físico, mental y emocional. Algunas personas mayores que viven en residencias reciben poca estimulación y también pueden experimentar un sentimiento de soledad. Algunos desean permanecer aislados de las otras personas de manera voluntaria, lo que poco a poco aumenta sus niveles de ansiedad y depresión. En este contexto, las Terapias Asistidas con Animales (TAA) en los centros geriátricos tienen como objetivo mejorar la salud de las personas mayores. Los perros son el principal recurso terapéutico y se convierten en un estímulo sensorial que rompe la monotonía del día a día de las personas mayores y ayuda a mejorar su salud.
Las Terapias Asistidas con Animales tienen efectos positivos a nivel emocional en las personas mayores. Diferentes estudios demuestran que los resultados son significativos, pues fortalecen la autoestima, mejoran el estado de ánimo y aumentan la motivación. El contacto físico con el perro, las caricias y abrazos que él recibe, y el vínculo emocional, que sesión tras sesión, se genera entre la gente mayor y los perros, ayuda a reducir sus niveles de estrés y la depresión.
Los perros de terapia son además facilitadores sociales, aumentan el contacto y relación entre las personas. El efecto de las terapias en la residencia es que algunas personas mayores quieran hablar entre ellos, reirse juntos durante la terapia y luego continúan hablando durante el resto del día. Esto ayuda considerablemente a la disminución del sentimiento de soledad.
Las Terapias Asistidas con perros mejoran la salud física de las personas de la tercera edad. La realización de actividades que implican que las personas mayores realicen movimientos y desplazamientos pueden fortalecer sus miembros superiores e inferiores. Las personas mayores pueden realizar actividades complejas que fortalecen su motricidad gruesa como lanzar objetos, lanzar una pelota y esperar a que el perro vuelva con ella. También pueden realizar acciones más sencillas, que fortalecen su motricidad fina, como realizar puzzles, recortar figuras o dibujar. Los perros participan en estas actividades de diversas formas: las personas mayores ponen sobre los perros fichas, recortes de periódico u otros elementos lúdicos que ellos transportan a los demás participantes. Incluso la sola presencia del animal genera nuevas dinámicas de atención mental.
Las actividades de las Terapias Asistidas con Animales también estimulan la memoria y el aprendizaje. Un gran número de actividades realizadas en la terapia están orientadas a la memorización o descripción de secuencias, órdenes y ejercicios. Algunas personas mayores, en este ciclo de sus vidas, pueden empezar a sufrir deterioro cognitivo, que se ve representado en la pérdida de memoria, alteración del lenguaje, dificultad en la orientación y falta de atención o concentración. Las Terapias Asistidas con Animales con el apoyo de los perros de terapias consiguen fortalecer a las personas a nivel cognitivo y mejorar la calidad de vida de las personas mayores.
(Fuente: fundacion-affinity.org)
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