El baile es una forma de ocio para disfrutar divirtiéndose y además hacer ejercicio, es una práctica que tiene numerosos beneficios para la salud. El baile ayuda a tener una buena condición física y favorece que la mente se mantenga ocupada y se mejore el estado de ánimo ya que mientras se baila se segregan endorfinas, las hormonas de la felicidad. La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda este tipo de actividad física para evitar problemas que se derivan de la falta de actividad y la vida sedentaria, como la obesidad o diabetes y además favorece el fortaleciendo de los músculos, especialmente en las piernas, brazos y caderas como el incremento en la resistencia y la flexibilidad.

Hay gran variedad de bailes con características muy diferentes, el ritmo, número de pasos, los movimientos que tiene que realizar el cuerpo… Se debe de valorar todo para escoger el más adecuado a tus necesidades y condición física, aunque para los mayores es recomendable practicar bailes poco arriesgados y que eviten las caídas pero que si requieran movimiento, coordinación y un buen nivel de atención.

Una parte importante del baile es que potencia las relaciones sociales, por lo general se suele bailar en pareja o con otras personas lo que ayuda a sentirse bien,  compartir experiencias y además sentirse parte de un grupo, lo que mantiene la mente ocupada y se activan zonas  de cerebro que mantienen el nivel cognitivo en un excelente estado. El baile es  una buena opción para conocer gente, entablar amistades y evitar la soledad.

Una propuesta  en cuanto a bailes indicados para personas de la tercera edad son los bailes de salón, requieren de una pareja, por lo tanto es muy importante la relación que se mantenga con el compañero de baile,  fomentan la sociabilización, a la vez que precisan coordinación y concentración lo que estimula el cerebro.

 

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