Con la intención de concientizar a la población sobre los problemas existentes en relación con la alimentación en el mundo, y promover que se lleve a cabo un mayor esfuerzo para luchar contra problemas como el hambre o la desnutrición, entre otros, cada 16 de octubre, a nivel mundial, se conmemora este Día, declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), desde 1979.
Este 2021, la FAO, en atención a que la población en general pueda llevar una vida saludable y activa, insta a los gobiernos, las empresas y la población en general, que se lleve a cabo una transformación de los sistemas agroalimentarios para poder garantizar que todas las personas tengan acceso a alimentos suficientes, asequibles, sostenibles, nutritivos y seguros.
Este día es uno de los más celebrados en el calendario de la ONU, participan unos 150 países del mundo y se desarrollan cientos de eventos y actividades de divulgación con un claro objetivo, luchar contra el hambre y garantizar una alimentación saludable.
El 16 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Alimentación y en esta oportunidad resaltamos cómo la crisis alimentaria mundial, el aumento de precios, la devastadora sequía y la hambruna en muchas regiones del mundo; pero en especial en el Este de África afectan a las personas adultas mayores.
Las personas mayores son las principales proveedoras de alimentos
Aunque parezca contradictorio, debido a que las zonas rurales están muy envejecidas, son las personas adultas mayores las principales productoras y proveedoras de alimentos en sus familias y comunidades, sin embargo, millones pasan hambre.
Los adultos mayores juegan un papel vital en la producción, preparación y suministro de alimentos, y constituyen un alto porcentaje de los agricultores en los países en desarrollo. En Jamaica, por ejemplo, la edad promedio de los agricultores es de 55 años, en Mozambique, más de dos tercios de los miembros de la Unión de Pequeños Agricultores son mayores de 50 años.
Sin embargo, las personas mayores pasan hambre, su limitada movilidad afecta su acceso a la alimentación. La tenencia de tierra también puede ser un problema porque la necesidad de cultivos aumenta paulatinamente, las personas mayores pueden ser víctimas de la apropiación indebida de sus tierras. Los despojos de tierras son recurrentes en algunas zonas andinas de Bolivia. La disminución de la capacidad para cultivar, los cambios en el entorno, así como las demandas de los ingresos e insuficiente cuidado también pueden ser grandes problemas para las personas mayores.
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