El psicólogo del desarrollo Erick Erikson clasificó las etapas del desarrollo humano en ocho. La última de estas etapas es la que él llamó como la etapa de la integridad que va desde los 60 años hasta la muerte.

Con el tiempo las interpretaciones que hemos construido del adulto mayor o la etapa de integridad son muy diversas. Las hipótesis y los aciertos son muy distintos en el maravilloso eslabón que representa comprender la extensión y dignidad de la persona humana.

Hay algunas interpretaciones y acontecimiento conectados con la etapa de la integridad. En primer lugar está el término de la edad adulta de Ser, en segundo lugar las relaciones que en este momento se establecen con la sociedad, el mundo y la vida en general. Después está el significado, propósitos y reflexión de los logros alcanzados en el transcurso de la vida. Como resultado de esto el individuo entra en un proceso de evaluación de sus fortalezas internas y los posibles resultados de la crisis propia de este periodo de la vida. Para Erickson el culmen final de este proceso termina cuando la persona se vuelve consciente de un gran locus interno cargado de experiencia de vida y profunda sabiduría que va a acompañada de un sentido de renuncia que es capaz de trascender al final de la vida.

A nivel mundial nuevas iniciativas y propuestas se han desarrollado con el fin de garantizar un envejecimiento que promueva la dignidad que muchos han llamado como una “segunda oportunidad». En Cuba, por ejemplo, desde el año 2000 se promueve con gran impacto a nivel local el modelo consolidado de lo que la academia universitaria a denominado la “Cátedra del Adulto Mayor”. Entre sus objetivos tiene la adecuada reinserción familiar y comunitaria de las personas de la tercera edad, así como contribuir a que tengan una vejez digna, crezcan como seres humanos y mejoren sus vidas con la realización de nuevos proyectos personales.

Nuestros paradigmas sociales nos hacen pensar que para este grupo humano es imposible seguir aprendiendo. La tercera edad siempre ha sido considerada como la edad de la jubilación y el cese de la actividad que en muchos casos se convierte en el reloj de arena que va contando días que carecen de sentido viéndose sometido únicamente al contexto familiar y doméstico.

El mundo está cambiando y hoy la tercera edad cuenta con nuevos matices. Los medio de comunicación y las nuevas tecnologías han contribuido para que esto sea posible. Muchos estudios se están desarrollando en gerontología y geriatría para comprender que la tercera edad significa una etapa del desarrollo humano ye viene como resultado de un proceso natural de integración de los saberes y aprendizajes vividos

Que tal si en medio de nuestra sociedad competitiva empezamos a hablar de modelos exitosos de envejecimiento para que podamos emprender acciones relacionadas con la tercera edad y resignificando la vejez como etapa de la vida y no con sentido de fin. La tercera edad comienza con la vida.

 

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