El envejecimiento puede generar incertidumbre y miedo al cambio en algunos adultos mayores, lo que puede llevar a una negativa al cambio. Esta actitud puede ser el resultado de una vida llena de experiencias y conocimientos, donde los adultos mayores pueden sentirse más cómodos en sus rutinas y hábitos establecidos. Sin embargo, la negativa al cambio puede limitar la capacidad de los adultos mayores para experimentar cosas nuevas y mantenerse activos y mentalmente estimulados.
Además, la negativa al cambio puede aumentar el riesgo de aislamiento social y la pérdida de independencia. Los cambios en la vida, como la jubilación, la muerte de seres queridos o cambios en la salud, pueden ser difíciles de aceptar y pueden llevar a una resistencia al cambio. Sin embargo, es importante recordar que el cambio es una parte natural de la vida y puede ofrecer nuevas oportunidades y desafíos.
La psicología puede jugar un papel importante en ayudar a los adultos mayores a superar su negativa al cambio. La terapia puede ayudar a los adultos mayores a identificar y abordar sus temores y preocupaciones, y a encontrar formas positivas de enfrentar los cambios. Además, la participación en grupos de apoyo o terapia de grupo puede ser una forma efectiva de ayudar a los adultos mayores a conectarse con otros que están experimentando situaciones similares.
Referencias:
- Pillemer, K., & Suitor, J. J. (1991). Ageism in the aged: consequences of negative stereotypes of the elderly. Journal of Gerontology, 46(2), S67-S76.
- Markides, K. S., & Black, S. A. (2002). Decline and Disengagement among Older Adults: A Longitudinal Study. The Gerontologist, 42(5), 642-652.
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