Fundéu (@Fundeu), la fundación promovida por la Agencia EFE, patrocinada por BBVA y asesorada por la Real Academia Española (@RAEinforma), cuyo objetivo es el buen uso del español en los medios de comunicación, ha aclarado recientemente que la forma correcta de referirse a la discriminación por razón de edad es edadismo y no edaísmo ni el préstamo del inglés ageísmo, como se puede leer y escuchar en ciertas ocasiones.
El término edadismo no está recogido en la RAE, pero Fundeu afirma que se trata de una alternativa válida para referirse a esa discriminación por edad. Sin embargo, en los medios de comunicación se encuentran ejemplos como «Jennifer Lopez se rebelaba contra el edaísmo de una forma tajante» o «Deben evitarse situaciones como el ageísmo, en el que, por criterios exclusivos de edad, no se informa al paciente». Ambos términos –edaísmo y ageismo– son incorrectos.
Ageísmo es un préstamo del término inglés ageism, que en 1968 se utilizó por primera vez para referirse a la discriminación por razón de edad, y más específicamente a la que se sufre al ir cumpliendo años. Pero edadismo es la traducción al español que se encuentra más asentada tanto en la prensa como en textos especializados. Se forma por analogía con palabras como sexismo o racismo, y conserva la segunda d para mantener la referencia a la palabra edad, lo que no ocurre en la forma edaísmo.
Por lo tanto, tal y como explica Fundéu, en los ejemplos anteriores lo apropiado habría sido escribir «Jennifer Lopez se rebelaba contra el edadismo de una forma tajante» y «Deben evitarse situaciones como el edadismo, en el que, por criterios exclusivos de edad, no se informa al paciente».
Edadismo en los medios de comunicación
La nueva generación de mayores son personas con inquietudes, ganas de aprender y formarse, que manejan la tecnología, están presentes en las redes sociales, son solidarios, hacen deporte, se cuidan, se informan, tienen criterio, quieren opinar y exigen que se cuente con ellos de manera participativa. No obstante, la imagen de las personas mayores que transmiten los medios de comunicación no siempre corresponde con la realidad. Caen en edadismos y estereotipos del tipo: elegir fotografías para ilustrar noticias de mayores en las que aparecen tristes o sentados en bancos e incurrir en generalizaciones como llamar abuelos a todos los mayores, tengan o no esa relación de parentesco con alguien.
En este sentido se dispone de una guía sobre el uso del lenguaje frente al edadismo y los estereotipos. En ella se dan una serie de recomendaciones a la hora de comunicar y de hablar de los mayores:
- Términos correctos: Mayores, personas mayores y personas de edad avanzada. Son términos objetivos, en los que no hay carga ni valoraciones de ningún tipo.
- No se debe usar: Viejos, ancianos, pasivos, cargas… Son términos peyorativos y cargados de prejuicios, que no responden a la realidad de la mayoría de las personas mayores.
- No emplear términos de propiedad: No digamos “nuestros mayores”.
- Evitar errores en el lenguaje de género. Es muy habitual que se utilice el plural masculino para referirse a un colectivo o grupo de personas. Entre todos y todas podemos conseguir eliminar estas prácticas para conseguir una plena equiparación entre hombres y mujeres.
- No generalizar: Es mejor decir “Una parte de las personas mayores». Algunas, parte del colectivo, un porcentaje… Resaltar los aspectos positivos, una vida llena de experiencia y no centrarse en detalles e imágenes estereotipadas.
- Son fuente de información a consultar: Es importante darles visibilidad y que sean fuente directa de información y de opinión. Al informar de temas de salud, cuidados o dependencia, tomarles como referencia informativa y no sólo a sus cuidadores o familiares. Informar sobre ellas, con ellas.
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