Quién no ha tenido que explicar a sus padres como se guarda un número de teléfono en la agenda de su móvil, o después de una comida familiar no han aprovechado para que les resintonicemos la televisión porque no se aclaran con los nuevos canales. Son claros ejemplos que visualizan muy rápidamente la brecha digital en los adultos mayores.
Realizar tareas del día a día como sacar dinero de un cajero, abrir un email o mandar un WhatsApp son verdaderos retos o simplemente una quimera para muchos de nuestros mayores.
En un mundo cada vez más dependiente de las nuevas tecnologías, la falta de acceso o de conocimiento a estas, generan unas desigualdades que van dejando atrás a todo aquel que no puede seguir el ritmo. Un ritmo que cada vez es más elevado y técnico y que se hace más presente entre los mayores.
¿Cómo afecta la brecha digital en los adultos mayores?
Las TIC (tecnologías de la información y de la comunicación) han traído muchos avances a la sociedad como la facilidad de acceso a la información, acortar los tiempos en ámbito laboral, mejor conectividad entre personas, etc. El problema surge cuando no todas las personas tienen las capacidades, bien sean de acceso o de conocimiento, a estas nuevas tecnologías.
La brecha digital tiene diferentes variantes, como es por género (afecta más a mujeres que a hombres), por geografía (mucho más acentuada en África o Sudamérica que en Europa), o por edad (los jóvenes nacidos en la era digital frente a los adultos mayores).
Según estudios solamente el 6,5% de los mayores tienen destrezas digitales como para manejarse de manera autónoma en entornos tecnológicos. Y solamente el 20% de los mayores de 65 años utilizan internet de manera diaria.
La falta de conocimientos digitales también provoca que los adultos mayores estén más expuestos a las estafas online. Principalmente relacionados con sus cuentas bancarias y con sus datos personales. En época de pandemia no están siendo pocos los delitos relacionados con las vacunas que lo único que buscan es sacar información personal de los mayores e introducir tecnología maliciosa en sus dispositivos.
Como superar la brecha digital en mayores
Ayuda de familiares, vecinos o cuidadores:
El apoyo intergeneracional es fundamental como bien exponíamos al comienzo del artículo.
Los hijos y nietos, con destrezas adquiridas en edades mucho más tempranas, van a ser los primeros apoyos en el aprendizaje de las nuevas tecnologías para sus mayores.
Es necesario tener una actitud de escucha y empatía para entender sus dificultades en el manejo de las TIC´s.
Dedicarles el tiempo necesario en un espacio tranquilo y hacerles partícipes de lo que se va realizando, fomentará que pierdan esa tecnofobia que muchas veces es el primer culpable en la brecha digital.
Los cuidadores pueden convertirse también en un soporte de ayuda y formación en nuevas tecnologías permitiendo que los mayores puedan tener una mejor conectividad con sus familiares y amigos. De esta manera tendrán una mejor comunicación y relaciones sociales, evitando el aislamiento social.
Formación en nuevas tecnologías:
Enseñar a los mayores donde pueden acceder a formación acerca de las TIC es hacerles más independientes en el mundo tecnológico.
Existen infinidad de tutoriales y vídeos explicativos en la propia red que abren un abanico inmenso de conocimiento.
Accesibilidad más sencilla:
Las nuevos aparatos móviles disponen de sistemas de accesibilidad especiales, tanto para personas mayores como para personas con algún tipo de diversidad funcional. Esto ayudará a nuestros mayores a que el uso de la tecnología sea mucho más sencillo.
Muchos de nuestros teléfonos móviles disponen de tecnología para ampliar la pantalla, hacer contrastes más pronunciados en los textos, personalizar los teclados o permitir que los textos sean leídos de forma autónoma.
Apoyo institucional:
Es fundamental que se sigan desarrollando programas de formación en nuevas tecnologías para los mayores desde las todas las instituciones como son los ayuntamiento, los centro de mayores o las asociaciones.
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