Para las personas mayores, y más si hay algún grado de dependencia, es fundamental el hecho de contar con una persona de referencia que sea relevante en su relación afectiva y a la que pueda acudir en caso de necesidad y esta circunstancia vale tanto si están en su casa, en la de un familiar o en una residencia de la tercera edad.

En la inmensa mayoría de las culturas, la familia es el principal agente social, entendiendo a la familia como un conjunto de individuos unidos por un parentesco social y/o de consanguinidad.

La salud física y mental de cada uno de los miembros de una familia se refleja en el bienestar del conjunto y, dependiendo de este estado, se verá fortalecida y unida o debilitada y quebrada ante un mal manejo de cualquier circunstancia inesperada.

La familia de las personas de la tercera edad pueden ayudarlos de muchas maneras; en primer lugar, conociendo sus necesidades, qué piensan, cómo se sienten; pues la sociedad excluye a los adultos mayores y ellos mismos parecen, en la mayoría de los casos, dispuestos a arrinconarse en un lugar de la casa.

Todos deberíamos tomar conciencia de que envejecer es un hecho ineludible, es una situación que nos va a llegar; por lo tanto, debemos colocarnos en su lugar y tratarlos como nos gustaría que lo hagan con nosotros cuando lleguemos a esa etapa de la vida.

Existen algunos beneficios del acompañamiento de los familiares en el cuidado de los adultos mayores, a tomar en consideración:

  1. Ayudan a que se sientan queridos e importantes para otros.
  2. Pueden sembrar en ellos la idea de que todavía es posible tener anhelos, deseos; y si ya los tienen, reforzarlos.
  3. Facilitan que reconozcan en ellos sus fortalezas y habilidades, mediante alguna nueva actividad que sea de su interés que los mantenga física y mentalmente activos. Esto los ayudará a sentirse útiles.
  4. Logran hacerles saber aquello que admiran en ellos y lo que han aprendido de ellos, tanto de las mejores épocas y de las no tan buenas.
  5. Les ayudan a traer a la memoria recuerdos agradables.
  6. Contribuyen en el proceso de diagnóstico y terapéutico para los profesionales de la salud.

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