¿Qué es la tercera edad?

Entendemos por tercera edad el grupo de personas mayores o ancianas. El intervalo de edad es muy amplio, existen varias generaciones. La vejez es un proceso fisiológico de todo ser humano, donde se producen cambios físicos así como psicológicos y sociales. El envejecer es un proceso dinámico, gradual, natural e inevitable.

La población mundial está envejeciendo a pasos acelerados. Según la Organización Mundial para la Salud, entre 2000 y 2050, la proporción de los habitantes del planeta mayores de 60 años se duplicará, pasará de 605 millones a 2000 millones en el transcurso de medio siglo.

La vejez

En relación con el inicio de la vejez ha habido épocas en las que se consideraba que la vejez comenzaba muy tempranamente, en el medievo por ejemplo, empezaba a los 40 años. Y épocas en las que se retrasaba a edades de 65 años. Actualmente, no se suele considerar “viejo” a nadie, de hecho es un término que no se utiliza, ya que tiene connotaciones negativas. Solemos usar la palabra adulto mayor, anciano o tercera edad. Hoy día se suele considerar la vejez como algo positivo, la duración de la vida.

 

Etapas de la tercera edad

Todos sabemos lo que es la vejez de una forma abstracta, pero al tratar de definirla se suele emplear el criterio de la edad para concretar. Después de la infancia, la adolescencia y la edad adulta, se habla de envejecimiento.

Como veíamos anteriormente, se solía decir que la vejez empezaba a los 65 años aproximadamente, pero hoy se tiende a denominar “adultos mayores” a este intervalo. Clásicamente, diferenciábamos las siguientes etapas en la tercera edad:

  • De 60 a 70 años – Senectud
  • De 72 a 90 años – Vejez
  • Más de 90 años- Grandes ancianos

Sin embargo, este criterio no parece muy útil para definir la vejez. Cada individuo envejece a una edad diferente y dentro de cada vejez, cabe distinguir distintas etapas. Por otra parte, sentirse joven es una vivencia independiente de los años cumplidos. Debido a la disparidad de opiniones y la falta de unanimidad, este criterio cronológico (por edades) solo se utiliza en niveles estadísticos y epidemiológicos.

Actualmente, hay una tendencia de utilizar el criterio sociolaboral para definir la vejez, es decir a partir de la jubilación, que ahora la mayoría de los casos se encuentra entre los 65 y los 67 años. Pero también este concepto es relativo, ya que incluso la edad de Jubilación está cambiando, y parte es debido a que somos conscientes de que las personas conservan sus capacidades físicas, psíquicas y cognitivas más allá de los 65 o 67 años.

En definitiva podemos concluir diciendo que no existe ningún criterio que por sí solo defina o tipifique la vejez, ya que todos ellos se centran en un solo aspecto del individuo y no consideran la vejez de forma global, como una manifestación del fenómeno de envejecimiento del individuo en todo su conjunto.

Formas de envejecer

  • Envejecimiento patológico: cuando los procesos degenerativos y las enfermedades dificultan a la persona su adaptación al entorno.
  • Envejecimiento fisiológico: los procesos degenerativos o las enfermedades no le impiden adaptarse a su entorno, forman parte de la evolución natural. La persona envejece de manera positiva, a pesar de los cambios que se puedan producir, se va a adaptando a su nueva situación: validad más reducida, por ejemplo.

Existe un tipo de envejecimiento denominado óptimo (o successful aging) donde existe una elevada funcionalidad física, mental y social, que nos permite envejecer con buena salud física y mental y una implicación activa con la vida. No suele haber enfermedad grave ni dependencia pero sí el riesgo de padecerlas por la edad.

Dentro del envejecimiento óptimo intervienen factores personales (como la salud, nivel económico, nivel educativo) así como factores circunstanciales (familia, relaciones sociales, proximidad a los recursos). De la misma forma que a los niños se les enseña y se les prepara para la vida adulta, debemos aprender a envejecer, en las distintas etapas de la tercera edad:

  • Manteniendo la independencia en la medida de lo posible.
  • Teniendo una actitud positiva frente a los cambios.
  • Siendo protagonistas de su vejez.
  • Adaptándose a una perspectiva de tiempo distinta.

¿Qué podemos hacer nosotros?

En primer lugar, ser conscientes de que el envejecimiento es un proceso fisiológico y natural, y, por tanto, positivo. Debemos tener en cuenta que con este envejecimiento de la población también aumenta el riesgo de tener un peor estado de salud física y psicológica, y con él, el riesgo de encontrarse en situación de dependencia, por lo que es importante la identificación de factores que promueven salud y bienestar en las personas de tercera edad, para incrementar su calidad de bienestar y su satisfacción vital.

Dentro de las etapas de la tercera edad, es necesario tomar conciencia de que desde el primer intervalo de edad hasta el último, las capacidades, las demandas, la participación social… son totalmente diferentes. Esta diversidad supone un reto importante tanto para los propios ancianos, como para los colectivos profesionales que desarrollan su actividad con esta población. La vejez nunca debe ser valorada como una etapa que se caracteriza por las pérdidas. Existen áreas de desarrollo personal que deben seguir potenciándose en la persona mayor.

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