Ya hemos hablado anteriormente del síndrome del cuidador quemado, sus síntomas y consecuencias. En este artículo, queremos detenernos un poco más en los cuidados del cuidador, necesarios para que pueda mantener una buena salud, tanto física como mental, y pueda atender a quien lo necesite sin que ello le perjudique.

Estos cuidados del cuidador son especialmente importantes cuando la persona encargada del cuidado es un familiar, que por su vínculo con la persona atendida va a implicarse mucho más o la propia persona atendida le pedirá mucho más, debido al vínculo existente entre ambos.

En este artículo repasamos algunos consejos relevantes que los cuidadores deben tener en cuenta para acabar “quemados” por el cuidado que ofrecen.

Sé consciente de cómo te está afectando cuidar de otra persona

Muchas veces el primer paso es pararse a pensar cómo nos afecta el cuidar de otra persona y qué repercusiones está teniendo en nuestra vida. Es importante no dejar que nuestra vida se dedique solo al cuidado y reservar algo de tiempo para nosotros mismos.

En este sentido es importante vigilar algunos “síntomas” de agotamiento que pueden darse en estas labores de cuidado:

  • Tristeza
  • Fatiga emocional
  • Irritabilidad
  • Sentimiento de culpabilidad
  • Descuidar el aseo o imagen personal.
  • Negatividad
  • Aislamiento social

 

Además, esta situación más allá de poder acabar en el “síndrome del cuidador”, también puede acabar generando ansiedad en la persona, o incluso depresión.

 

Acepta la ayuda de amigos y familiares

Muchas veces nos enrocamos en hacer nosotros mismos todas las tareas, y es importante saber ceder de vez en cuando, permitir que otras personas nos ayuden, y así darnos un descanso.

De esta forma desconectamos un poco del trabajo de cuidar a una persona, que es algo que requiere de mucha energía e involucración, y así tener otros elementos o actividades que aporten a nuestra vida.

 

Reservar tiempo para uno mismo

En línea con lo anterior, es fundamental que el cuidador tenga algo de tiempo para uno mismo, de manera que pueda desconectarse y realizar actividades que le puedan distraer del cuidado durante unas horas.

 

No culpabilizarse

El cuidador puede tender a culpabilizarse por la situación en la que se encuentra la persona atendida, o incluso por cosas que le sucedan mientras están ambas personas juntas. Es importante que los cuidadores no se culpabilicen por cada cosa mala que pueda sucederle a la persona atendida.

 

Cuidar de nuestra propia salud y hacer ejercicio

Mientras atendemos a otra persona, puede suceder que desatendamos nuestra propia salud y es algo que no podemos permitir. Cuidar de nuestra propia salud es algo fundamental para poder atender a otras personas y, por tanto, es algo que debemos atender de forma prioritaria.

Además, reservar algo de tiempo para el ejercicio físico es muy conveniente y saludable tanto para el cuerpo como para la mente. Además, el ejercicio nos puede ayudar a desestresarnos y gestionar

 

No pierdas tu vida social

Conserva algo de tiempo para hablar con tus amigos y pasar tiempo con ellos. Puede ser de gran ayuda para compartir la situación que uno vive, además de servir para desconectar del cuidado durante unas horas.

 

Márcate objetivos

Sigue marcándote objetivos que te ayuden a dedicarte más tiempo: leer un determinado número de libros, correr X kilómetros, etc. Estos objetivos te ayudarán también a centrar tu mente en otras cosas que no tienen que ver con el cuidado y a motivarte para dedicar tiempo también a otras actividades.

 

Realiza actividades de ayuda para los cuidadores

Además, algunas comunidades autónomas ofrecen actividades de ayuda para las personas dedicadas al cuidado, que pueden ser de utilidad para compartir experiencias con otras personas en situación similar y recibir consejos in situ de expertos en estas situaciones.

Por otro lado, es importante realizar actividades que puedan ayudarte a relajarte, como la meditación y el yoga. Si además se realiza alguna actividad de este tipo en grupo, te puede ayudar a conocer a otras personas y ampliar tu círculo social. En gimnasios, centros especializados o webs como meetup puedes encontrar actividades de este tipo que te ayuden a mejorar tu salud, relajarte y socializar más.

 

 

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