La obesidad en personas mayores es de cuidado. La tercera edad es el colectivo para el que más riesgo entraña esta patología. Tienes que saber que, debido a ello, la obesidad en ancianos tiene que ser monitorizada y tratada para evitar afecciones más graves. Dado que responde a multitud de causas, no hay una cura mágica ni remedio milagroso. Es preciso encontrar la causa originaria del sobrepeso en personas mayores para atajarla de raíz.

A esta multitud de razones es preciso añadir una que revela un patrón universal. La obesidad ha sido declarada como epidemia por la OMS debido a los alarmantes datos. Nuestros hábitos de vida y alimentación pueden estar detrás de este aumento, de especial gravedad para los mayores de casa. En este entorno, ¿Cómo puede diagnosticarse el sobrepeso? ¿Qué medicamentos y alternativas hay para combatirla? ¿Hay forma de prevenirla? Aquí te respondemos estas preguntas y muchas otras.

Impacto de la obesidad en personas mayores

Conforme la edad aumenta, las consecuencias de padecer sobrepeso son más acusadas. Esta afección conforma un factor de riesgo en diversas enfermedades. Además, es una limitante notable de la calidad de vida. ¿Cómo impacta a los más mayores? Así:

  • Los hace más proclives a sufrir varias enfermedades. Entre las más perniciosas están:
    • La diabetes mellitus.
    • La hipertensión.
    • El hígado graso.
    • Elevación del colesterol malo.
  • El sobrepeso en las personas mayores, cuando evoluciona a obesidad, se transforma en un riesgo para la salud en ellas y ellos. Este supone un posible compromiso del aparato hígado-pancreático, del corazón y del sistema respiratorio. Las consecuencias más comunes son dolores agudos, problemas gastrointestinales e incluso el cáncer. Para que sepas cuándo encender las alarmas, considera estos indicadores:
    • Una cintura superior a 102 centímetros en hombres.
    • Una cintura de más de 88 cm en las mujeres.
    • Un índice de masa corporal superior a 29 kg/m2.
  • Conforme pasan los años, la masa muscular tiende a reducirse hasta en un 40 % después de los 50 años. En caso de exceso de peso corporal, las dificultades para mantenerse en pie, caminar o realizar tareas de la vida cotidiana se multiplican.
  • La obesidad en ancianos puede agravar dolencias de índole psicológica. Si este segmento de la población ya es proclive al sedentarismo, lo será aún más. Por otra parte, la pérdida de autoestima asociada al deterioro de la imagen corporal está relacionada con la depresión y la ansiedad.
  • La “obesidad más peligrosa” es aquella que reviste acumulación de grasa en la zona abdominal. Cuando el tejido adiposo de esta área se engrosa, el corazón trabaja a marchas forzadas. Además, enfermedades sencillas como un catarro pueden agravarse en neumonías dada la presión que soportan los pulmones.

¿Como prevenir la obesidad?

Dado que no es una enfermedad con una única causa, prevenirla implica variedad de comportamientos y hábitos. Habrás escuchado hablar de la mayoría de ellos. Aquí encontrarás un resumen pensado especialmente para las personas mayores:

  • Ejercicio y vida activa: A cierta edad es difícil pensar en ponerse a correr. Sin embargo, puedes dar con formas de mantenerse en movimiento menos demandante. Las personas de edad avanzada pueden empezar con sencillos estiramientos, que pueden convertirse en sesiones de yoga. Las pesas de 2 a 3 kilogramos también son una manera ideal de mantener masa muscular.
  • Alimentación saludable y apetitosa: La pérdida de apetito es un síntoma frecuente después de los 60 años. Esta suele ser compensada con atracones de comida o alimentos de bajo aporte nutricional. Para contrarrestarlo, es una idea interesante creer en una dieta sabrosa, que incluya platillos tradicionales de toda la vida. Las legumbres, la carne y los carbohidratos pueden ser preparados de forma sana y nutritiva. El balance entre ellos es clave para perder peso.
  • Medicamentos y suplementos: El cuerpo no funciona con la misma eficiencia en los últimos años de la vida. Es por ello que se vuelve habitual complementar la comida con algún remedio natural. Existen varios en el mercado, todos ellos inocuos, que pueden servir para fomentar el apetito saludable. Por otra parte, la oferta de batidos nutricionalmente completos es una idea excelente para personas mayores con obesidad.
  • Mente sana en cuerpo sano: El cuidado de la salud mental en las personas mayores con sobrepeso no debe subestimarse. La voluntad de sanar y llevar una vida más provechosa es, al final, una decisión personal. Por este motivo, es imprescindible brindar cuidados de calidad, acompañamiento y puesta en valor de su lugar en el mundo. En ese contexto, cuidar del propio cuerpo se transforma en un verdadero placer.

Siguiendo estos hábitos y estilos de vida, la obesidad en personas mayores nunca será un problema para ti. Recuerda que entre antes empieces más fácil será desarrollar la constancia necesaria para mantenerte saludable. Algunas flexiones, un par de estiramientos y un platillo de comida sana pueden empezar a hacer la diferencia. ¡Es hora de mejorar la calidad de vida de los mayores!

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