Existe el prejuicio de que los adultos mayores y la tecnología no se llevan muy bien. Y es que la motivación y capacidades están, pero la tarea se dificulta al no haber sistemas que sean específicamente amigables para ellos. Por eso, ahora hay organizaciones determinadas a facilitar el uso de la tecnología para este grupo.

Gerontecnología es el nombre que se le da a la relación entre tecnología, su utilización e inserción, y las personas de tercera edad. Este grupo se siente más aislado de los nuevos avances y conocimientos sobre productos tecnológicos y aplicaciones, por ello, entregarles herramientas y facilitarle el acceso a este mundo es ahora una necesidad.

La brecha de conocimiento digital que existe en este segmento nace, primero, por una mayor dificultad asociada a problemas visuales, de audición y déficit sensoriales presentes en algunos adultos mayores. El segundo factor, es el menor conocimiento de tecnología en general que tiene el sector potenciado por los constantes avances en el área.

El psicólogo Jorge Fuentes, director de Pranavida, explica la relación que se da entre la tercera edad y el uso de la tecnología: “Una persona que se mantiene activa no debería tener mayores dificultades solo por el hecho de ser mayor, pero lo que sí va costando con el tiempo es la adaptación a nuevos escenarios en distintos ámbitos. La tecnología justamente nos invita a eso, a un constante cambio”.

Y es que los cambios en torno a la tecnología han seguido en un ritmo acelerado. En las últimas décadas pasamos de la revolución del televisor a color a suscribirnos a múltiples cuentas de streaming. A pesar de todo, existe un grupo de la tercera edad que sí tiene gran interés en estar conectado con las nuevas tecnologías. “Hay muchas personas mayores que se adaptan bien a la tecnología. El problema es cuando no hay un uso continuo o no existe una relación con los dispositivos tecnológicos, es evidente que ahí el acercamiento es más lento y complejo”, comenta Fuentes.

Un estudio realizado el 2018 por Juan Pablo Tapia, director de la agencia Atlas, en conjunto con Criteria, reflejó que los adultos mayores poseen las mismas capacidades que un preadolescente, pero que la diferencia recae en la baja oportunidad que se les da para relacionarse con la tecnología junto al menor interés y autoconvencimiento de que, para ellos, es más difícil aprender cosas nuevas.

La buena noticia es que sí existen algunos grupos preocupados por facilitar la tecnología a la tercera edad, desde fundaciones que se encargan de actuar talleres hasta productos tecnológicos que integran interfaces más intuitivas y amigables para ellos. Uno de ellos es Travesía100, empresa B que promueve un cambio de mirada hacia la población mayor de 60, la cual ejerce diplomados y certificaciones para aprender sobre herramientas digitales como smartphones y la nube, y conocimiento sobre Office para apoyar en sus negocios.

 

En el presente, las empresas también son cada día más consientes y se enfocan en crear tecnología que se adapte a las necesidades de los distintos grupos de consumidores. Una de ellas es a AOC, marca que se ha preocupado de generar artículos tecnológicos que puedan ser utilizados por personas de todas las edades. Su televisor inteligente AOC Roku TV – con el sistema operativo de Roku integrado en el televisor- cuenta con una interfaz intuitiva, fácil y amigable.

Esta interfaz permite que, a través del control y app del celular, se puedan usar comandos por voz para elegir qué contenido ver en las plataformas de streaming, como Netflix, Amazon, Hbo Max, entre otras, y hasta pedir reproducir música en Spotify. Además, permite conectar audífonos a través de la app para escuchar con mayor claridad y potenciar todo el contenido desde el lugar en que estés, ideal para el grupo de la tercera edad.

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