La convivencia con un adulto mayor es como con cualquier ser humano, no podemos decir que sea algo específico, no hay ninguna regla de oro. Vivir con un adulto mayor es como hacerlo con cualquier persona, puede ser difícil como es posible que sea con una pareja, hermano, un amigo en un apartamento, puede tornarse difícil o placentero y normal. Se debe tomar en cuenta que es una persona con ciertas características de vulnerabilidad y estas nos hacen tratarlos con mayor tolerancia en algunos momentos, tener algunos cuidados médicos, ciertas pistas en general para llevarlo al doctor en algún momento dado.

Por lo tanto, tenemos que incorporarlo en la vida cotidiana, tratar de que sus roles sociales o dentro de la familia permanezcan, o sea, que el adulto mayor siga cocinando, haciendo el jardín; si es posible que vaya al banco a hacer sus diligencias, al supermercado a hacer sus compras, etc. O sea, mantenerlo activo, incorporarlo en el ambiente familiar. Se le puede asignar roles de cuido de nietos, casa; obviamente si es una persona sana, porque si es un paciente con algunos problemas de salud, funcionales, de marcha (que pueda caerse), entonces es más peligroso que tenga faenas en el hogar, pero eso se valora en el contexto de cada uno. En fin, convivir con un adulto mayor no debe ser diferente de convivencia con cualquier ser humano de cualquier rango etario.

Fuente_ Clínica Bíblica

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