El comienzo de un nuevo siempre es una época propicia para proponer nuevos retos y objetivos a nivel personal. Y tal y como apuntan los especialistas, la motivación es uno de los aspectos más importantes que se debe fomentar para que los mayores recuperen la vitalidad y mantengan el interés por seguir alcanzando metas.
Algunas claves para lograr la motivación están en hacer a la persona mayor el elemento principal de la actividad. Por tanto, es muy relevante que los retos sugeridos sean personalizados, participativos y colaborativos. Incluso pueden llevar asociados una evolución positiva a corto o largo plazo.
Tampoco se debe pasar por alto el gran valor que supone el ambiente y el contexto en el que se desarrolla la actividad de las personas mayores. Por ello será muy útil y eficaz generar contextos positivos donde poder incentivar la práctica de todo tipo de actividades.
También pueden fomentarse entornos favorables basados en objetivos como el apoyo mutuo, la cohesión y las relaciones personales. Sin embargo, estos elementos solo serán útiles, si se elige una actividad que divierta, que se pueda realizar y en la que se disponga de cierta autonomía.
Otra alternativa es que este tipo de actividades estén enfocadas en compartir tiempo con la familia, personas del entorno del mayor o personas con las mismas aficiones. En este sentido tiene gran importancia la experiencia personal de cada persona, su bagaje vital. Compartir recuerdos y sueños favorece de forma muy positiva el aspecto psicológico.
Se deben cuidar todos los aspectos y, de manera esencial, la autoestima de las personas mayores, a través del desarrollo de la sociabilidad y la inclusión en entornos favorables. En este sentido, se debe potenciar especialmente el sentimiento de utilidad. Proponer retos a las personas mayores y que puedan comprobar por sí mismos que son capaces de llevarlos a cabo supone un gran valor añadido. Esta acción puede generar sentimientos de realización y orgullo, incluso podemos proyectar nuevas ilusiones de futuro.
Los especialistas sugieren a continuación una serie de actividades para motivar a los mayores y fomentar el envejecimiento activo y saludable:
– Recuperar una vieja afición. Muchos mayores han practicado una actividad y con el paso del tiempo la han dejado olvidada. Quizás sea el momento de volver a ella.
– Practicar alguna actividad física que ayude a mejorar la salud o el estado de bienestar.
– Adaptar a los mayores al entorno tecnológico. Realizar cursos para poder utilizar ordenadores o teléfonos inteligentes y así poder entrar en contacto con el mundo virtual.
– Crear una agenda de actividades sociales y culturales que les gusten y les diviertan.
– Desarrollar actividades educativas para ayudar al desarrollo mental.
– Efectuar tareas artísticas que ayuden a mejorar la creatividad y estimular la imaginación.
– Favorecer la expresividad a través de la lectura y escritura.
– Participar en festivales recreativos y culturales.
– Organizar charlas de interés temático (histórica, culturales, sobre el mismo tipo de enfermedad), para favorecer las relaciones y compartir impresiones.
– Compartir tiempo con familiares y potenciar las relaciones intergeneracionales.
– Abandonar algún mal hábito que no sea saludable, como el tabaco. También se puede proponer llevar a cabo una alimentación más equilibrada sin renunciar al placer gastronómico.
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