El Estudio “Las ganas de vivir como expresión del bienestar de las personas mayores” se publicó en febrero en la Revista Española de Geriatría y Gerontología.

Para llevar a cabo esta investigación, participaron alrededor de 165 personas mayores, con edades que oscilan entre los 54 y los 89 años, que residen en residencias de ancianos de la Comunidad de Madrid (España).

“Las ganas de vivir, concepto central en las teorías del bienestar, representa un componente actitudinal positivo hacia la propia vida. Se ha identificado como un mediador entre la autopercepción del envejecimiento y la longevidad y la salud”, señalaron fuentes del estudio.

En cada participante se evaluaron las ganas de vivir, además de otras dimensiones que pudieran favorecer el bienestar y la salud. En los resultados se apreció que la gratitud, el afecto y la depresión son los tres grandes factores que pueden medir este aspecto del bienestar.

“Los adultos mayores que conforman el grupo con elevadas ganas de vivir se caracterizan por tener mayores niveles de optimismo, gratitud, resiliencia, afecto positivo, sentido de la vida, prosperidad psicológica, felicidad y satisfacción con la vida y menores niveles de depresión y autopercepción del envejecimiento negativa”, concluyeron los investigadores.

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