Invisibles en un mundo que privilegia la insaciable propaganda consumista para engatusar a la juventud, un culto irracional a lo superfluo y los lujos ostensibles, las personas mayores representan la sapiencia de la historia humana.
Al punto de que si la sociedad comienza a minimizar a sus ancianos, renegará también de sus raíces y terminará cancelando su propio futuro.
Estos aforismos podrían corresponder al motor guía para Patricia Kelly Ramírez, conductora en vivo de programas acerca de los derechos de los adultos mayores y periodista de investigación, quien informa a sus miles de seguidores por Canal Once, YouTube y Facebook en torno a “los estropicios de una sociedad viejista y edadista”.
Con lenguaje desinhibido, fundamenta:
“Si algo me interesa en este momento son los contenidos para las personas llamadas adultos mayores, un sector de la población muy olvidado en muchísimas áreas, especialmente por los medios de comunicación, a no ser que se refieran a los contenidos de muerte”.
Paty Kelly –como se le conoce coloquialmente–, luce orgullosa de su cabellera blanca a distancia virtual, y expresa:
“Si revisas las propuestas en mi programa Vejez creativa, de mi canal por You-Tube, todas son para disfrutar la vida, para que al rebasar la franja de los 60 años podamos seguir viviendo, contando, saltando, creando, cantando, aprendiendo, riendo, amando, transformando el mundo que nos tocó vivir, pues tenemos ganas de hacer más por mejorarlo, y todo a pulmón.”
Si hace un siglo la esperanza de vida se situaba en los 33.8 años para los hombres y en los 35.7 para las mujeres, hoy la población masculina alcanzó los 80.5 años y la femenina 85.9 (datos provisionales del Movimiento Natural de la Población, publicado en España en junio de 2019).
“Ayer estuve monitoreando programas para mujeres y hombres en la radio, y ninguno se ocupa de contenidos a viejos, esto es un bache cultural que padece la sociedad mexicana”, afirma la periodista, quien el 30 de octubre cumplirá 46 años de labor profesional en los medios de comunicación, específicamente en la radio cultural. Después de haber rebasado los 60, a Paty no le interesó “poseer la cinturita de avispa ni los últimos chips de moda”, dirigiendo su lucha por beneficiar a la gente vieja “pues somos un sector de la población en crecimiento”.
De ahí que fustigue el maltrato y la discriminación contra gente de edad avanzada, es decir, el “edadismo”.
A partir del 1 de octubre, la Organización Mundial de la Salud organiza la Década del Envejecimiento Activo y Saludable, explica Kelly:
“El edadismo es tan odioso como el racismo o el sexismo, aunque la palabra no aparezca en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. La vejez mexicana ocupará lugares importantes en número, exigencia y presencia. Si ahora somos 15 millones, para 2050 seremos 36 millones de viejos, población que necesita actividades culturales, trabajo remunerado y que no haya dependencia tipo –agudiza la voz– ‘¡Ay, madrecita, a’i te dejo ese estambrito pa’ que te entretengas’.
“¡No somos gatos! Yo anhelo trabajo de acuerdo a mi experiencia tras décadas de vida.”
Al final de Aprender a envejecer, con duración de tres horas los domingos, Paty Kelly entrevista a actores, pintores, bailarinas y músicos de más de 60 años que continúan en sus actividades artísticas. Prosigue:
“Al viejo lo desprecian y eso es edadismo, sólo le hacen caso ya después de que se murió para hacerle su homenaje. ¿A mí de qué me sirven homenajes si en vida me tuvieron muerta de hambre? ¡Mejor pásenme una pensión y ojo, no andamos pidiendo caridad sino justicia!”
Desde abril de 2002, en el Plan Internacional de Acción de las Naciones Unidas se sitúa la problemática del maltrato a personas mayores dentro de la violación de los Derechos Humanos Universales (cuaderno didáctico El Micro Edadismo lo vamos a jubilar, de Francisco Olivarría Ramos, en Ed. Q).
“Nosotros los viejos estamos motivados a exigir nuestros derechos por la Convención Interamericana sobre la Protección a los Derechos Humanos de las Personas Mayores, de 2015, que México inexplicablemente no ha aprobado. Y ahí están contempladas nuestras facultades elementales, como los derechos a la educación, a la cultura, a la justicia, a vivir sin violencia, al trabajo remunerado… Nos in-visibilizan, y los medios de comunicación serían el lugar idóneo para generar una cultura anti-viejista, toda vez que el viejismo o edadismo se define como el desprecio de las personas por razones de edad o ser mayores de 60 años.”
Recuerda cuando antes de la pandemia se les permitía realizar labor de empacadoras o de “cerillos” en supermercados:
“Se justificaban las empresas: ‘¡Ay, es que les estamos abriendo fuentes de trabajo!’. ¡Pero si no contaban con ningún seguro de las tiendas de autoservicio! Pienso que muchas de esas personas tienen experiencia para ganarse el pan y gozar de un sueldo digno, porque ¿quién va a jubilar al ama de casa, acaso tuvo días económicos o vacaciones? ¿Y de qué vive? ¡De las limosnas! O de sus hijos que se hacen cargo de ellas, ¡como si fueran menores de edad! Somos adultos que hemos construido este país, necesitamos información de salud emocional y opciones de entretenimiento, yo no estoy pidiendo para los viejos la gratuidad de todos los servicios sino el ejercicio de sus derechos con justicia, y brindar contenidos en los medios de comunicación para que les ayuden a atravesar mejor esta etapa de su vida creativa.”
Teatraliza: “¡Ay abuelito, pos ve al banco y págame la luz! Bueno, tons págale tú, nietecito lindo, porque tu abuelo va a pagarte la luz”; o “¡Ay, mami, no tienes nada que hacer!, a’i te dejo tus nietos el fin de semana pa’ que me los cuides”.
Y añade:
“Oye, ¡hasta por los perros y gatos se paga guardería!”
De acuerdo al Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación (Conapred), las adultas mayores son el grupo con mayor vulnerabilidad en la Ciudad de México y en las otras grandes urbes, pues sufren las principales causas de discriminación: por situación económica, género, edad, y apariencia física. Relata Kelly que quiso entrar al súper al mediodía y no pudo:
“Según me dijo un policía allí solo podíamos ir los viejos de compras entre siete y 10 de la mañana, porque ‘ustedes, los viejitos y los abuelitos son los que se levantan temprano’. ¿Qué?, le reviré: ‘Perdone usted, joven, ¿cuándo hicieron esa encuesta que ni siquiera me enteré?, ¡porque a mí nunca me pidieron mi opinión!’. No hay un prototipo único, en realidad lo que existen son una enorme diversidad de viejos y de vejeces.”
Vida propia
Patricia Kelly es egresada de periodismo y comunicación colectiva de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, y profesora de sexualidad en el Instituto de Profesionalización y Educación en Sexología Integral (Ipesi) del Centro Integral de Sexualidad y Educación Sexual (“que preside Daniel Barrios Martínez”).
Ella y Emilio Ebergenyi, singulares voces de Radio Educación, condujeron en el Auditorio Nacional el recital colectivo In Memoriam por las víctimas de los sismos de 1985, actuando Héctor Bonilla, Memo Briseño, Julieta Egurrola, Manuel de Elías, Nina Galindo, Federico Ibarra, Betsy Pecanins y José Carlos Ruiz, entre otros, a un año de la tragedia.
Hacia 2014, con la periodista Alicia Ibargüengoitia, publicó Mujeres grandes (Editorial Sincronía Encuentros, prólogo de Sara Sefchóvich y conclusiones de la feminista Marcela Lagarde), entrevistas a 25 mujeres activas mayores de 70 años y una carrera destacada en sus respectivas áreas, quienes hablaron de su envejecimiento: Rosario Ibarra de Piedra, María Luisa La China Mendoza, Silvia Pinal y Ele-na Poniatowska, amén de algunas sexólogas, investigadoras y críticas teatrales. Triunfó su oposición a las recomendaciones de libreros obstinados en que usara los diminutivos “abuelitos”, “viejitos” y “ancianitas” en ese volumen.
El pasado 26 de agosto, DW Historias Latinas, de la Deutche Welle alemana, transmitió el programa Vejez en tiempos pandemia, conducido por Natalia Orozco, con participación de la cineasta colombiana Joyce Ventura (Tres hermanas); la comunicadora social María Cecilia Lorenzo, reconocida por su programa radial Palabras Mayores en Argentina; la psicogerontóloga chilena Agnieszka Bozanic, y Paty Kelly.
Abrió ella:
“Las personas adultas mayores tenemos vida propia. ¿Cómo, no lo sabían? Tenemos derecho a salir de la casa, a tener amigos y amigas, a compartir nuestro tiempo libre en las actividades que nos gusten y también, ¿por qué no?, a tener un nuevo amor. Hago estas precisiones porque a veces son los hijos, las hijas, las que empiezan a limitar a sus padres y madres.”
Y dice para Proceso:
“La vejez del siglo XXI es distinta… Ya no somos más la abuelita de la canción de Cri Crí –apunta por alusión al tema infantil El ropero, de Francisco Gabilondo Soler–, gracias a los alimentos y a las vacunas. Orita nos están diciendo a los adultos mayores ‘vacúnense contra la influenza’, ¡cuando está en pleito a quiénes le van a poner primero la vacuna del covid! Fuimos el sector de más alto riesgo en marzo, y ora resulta que no va a tocarnos de manera inmediata la vacuna! ¡Ja, ja!, al fin que los viejos ya vivieron, ¿no?”
–¿Ayuda la Cuarta Transformación a los adultos mayores, cumpliendo el presidente Andrés Manuel López Obrador sus promesas de campaña?
–Si me preguntas específicamente de este gobierno, creo que la ayuda ha sido insuficiente. Fíjate, no estoy diciendo que no existe, porque las personas mayores de 68 años tienen acceso a una Pensión Universal sea cual sea su situación, de más de 2 mil 500 pesos cada dos meses. Pero esa cantidad apenas y sirve para sus medicamentos y no les pagará también una renta, ¿verdad? Creo que son necesarias las políticas públicas, y tú sabes que en muchos lugares a donde van a solicitar trabajo los señores y menos chavos ya pasaditos de los 40, 45 años, los discriminan y nomás no obtienen chamba…
“Tampoco hay programas de capacitación bajo el mito de que los adultos mayores ya no aprendemos, es la eterna cantaleta: ‘Ay, abuelito, ya estás ruco, mejor vete y guárdate en casa’… Pues no, ¡yo tengo 67 y sigo haciendo mis programas, sigo bailando y ahí están mis más de 400 videos en YouTube! Uno de los sectores que mayormente ha visto vulnerados sus derechos humanos son los adultos mayores. El Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) debería velar por que ya México firme la Convención Interamericana…”
De antemano, “es vital que nos reconozcamos sin sentir vergüenza de tener nuestra edad, aceptarla para exigir nuestros derechos que están en la Ley de Adultos Mayores aquí, en México, y a todo pulmón como dice la canción de Alejandro Lerner”.
Sin agotar la cuestión, informa Paty Kelly:
“¿Tú sabías que como adultos mayores podemos pedir una pensión alimenticia a nuestros hijos? Pues todos esos derechos los doy a conocer en mis programas.”
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