Hoy en día existen muchos estereotipos sobre la vejez. La palabra vejez tiene muchas veces una connotación negativa, ya que se asocia al final de la vida, problemas de salud o fragilidad. Si a una persona se le da a escoger entre ser joven o viejo, lo más probable es que escoja la primera opción, porque tiene mucha vida por delante, pero qué pasa si uno escoge ser viejo, pues implica que a diferencia del joven ha tenido la oportunidad de crecer, de experimentar, de conocer, en resumen, ha tenido una experiencia pues la edad no es más que un número que señala la experiencia vital, cosa que elegir ser joven esto se convierte en una incerteza.

Uno de los grandes problemas que enfrenta la vejez actualmente es de carácter social: la construcción social que se hace sobre una persona mayor a partir de estereotipos, destacando las connotaciones negativas antes que las positivas, invitando a dar una visión deprimente de la vejez, creyendo que su rendimiento no será bueno, elaborando estrategias de evitación, ya que responden a profecías sociales que se supone que los mayores ya no pueden o deben.  Todo ello acaba por dificultar la oportunidad de envejecer bien.

La valoración que se da de la vejez no siempre es la misma en todos los sitios, puesto que puede variar en función del tipo de sociedad en la que se esté:

En sociedades de cazadores o recolectores: las personas mayores ocupan un rol importante en cuanto a las obligaciones, dado que se encargan de la transmisión simbólico-cultural del conocimiento debido a su experiencia acumulada y porque no cuentan con registros escritos que permitieran transmitir el saber.

En sociedades agrícolas: las personas mayores ocupan un estatus dominante tanto en el ámbito familiar como social y su autoridad se impone mediante una serie de normas culturales que favorecen la coexistencia y coresidencia intergeneracionales.

En sociedades industriales como en la que vivimos, las personas mayores normalmente están aislados del resto del grupo o reciben ayuda de sus descendientes mientras no pongan en peligro su nivel de bienestar estándar.

Como podemos observar en estos tres tipos de sociedades el valor y el rol que juega una persona mayor es muy distinto, por lo que nosotros decidimos qué significado y qué rol le queremos dar a la palabra viejo, una palabra que significa sabiduría y experiencia pudiendo tener su importancia dentro de la sociedad o bien un significado de fragilidad e inutilidad apartándolo de poder darle la oportunidad de ser útil.

Por otro lado, hay estudios sobre el hecho de que el bienestar, la felicidad, la satisfacción vital y el afecto positivo no decrecen en la vejez. Se ha observado que a medida que pasa el tiempo no sólo se mantienen sino que se puede ver aumentado, produciendo lo que se conoce como la “paradoja de la vejez”.

Respecto a las emociones, en las experiencias de fluidez (se refiere a un estado psicológico que pueden experimentar las personas en la ejecución de actividades motivadas intrínsecamente), las emociones positivas siguen presentes y se mantienen a un nivel similar a la de los adultos jóvenes.

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