Se llama tercera edad a la etapa de la vida humana que inicia aproximadamente a los 65 años de edad en adelante. Esta marca puede variar de acuerdo a las condiciones de salud y bienestar de la persona, así como de acuerdo a su estado anímico.

Desde el punto de vista político y ciudadano, cada país tiene criterios diferentes para establecer la edad de paso a la senilidad desde el punto de vista legal. Así, en algunos países de América Latina, la tercera edad inicia a los 60 años.

Otras palabras que pueden funcionar como sinónimos son vejez, ancianidad, senectud, adulto mayor, segunda juventud y juventud prolongada. Estas dos últimas expresiones son eufemismos que se presentan como alternativas para borrar la imagen negativa del proceso de envejecimiento.

La senectud es parte del ciclo de vida y sigue a la adultez o madurez, etapa esta en la que la persona alcanza el desarrollo máximo de su potencial, tanto al nivel biológico como emocional, intelectual y laboral en términos de vigor.

Así, durante la senectud la persona comienza un proceso de envejecimiento, lo que compromete su rendimiento al menos en cuanto al aspecto físico. Otros procesos dependerán de las características particulares del individuo.

Las personas de la tercera edad son veneradas en varias culturas por ser depositarias de la memoria ancestral, de las tradiciones y de la sabiduría colectiva.

En la cultura occidental, sin embargo, predomina el culto a la juventud, lo cual genera importantes conflictos en el orden social, especialmente en una época marcada por el aumento de la expectativa de vida.

De allí que para muchos sea difícil hablar de la vejez o aceptar el propio envejecimiento. Esto se debe, en parte, a que actualmente las personas de la tercera edad que se perciben a sí mismas como activas y dinámicas, pueden llegar a ser víctimas de discriminación laboral, afectiva o social.

Problemas frecuentes de la tercera edad

En la etapa de la tercera edad, puede resultar común que surjan algunos problemas con una alta frecuencia. Entre ellos se pueden mencionar los siguientes:

  • Depresión en la tercera edad: puede ser fruto tanto de la autoevaluación de la persona de cara a su historia, así como de trastornos mentales y biológicos.
  • Soledad en la tercera edad: esta soledad afecta a las personas de la tercera edad tanto como consecuencia de la falta de compañía concreta en casa como en la percepción de la incomprensión de su entorno inmediato.

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