La ingesta de una dieta equilibrada es clave en cualquier etapa de la vida, pero en la vejez adquiere mayor importancia, pues el impacto de la malnutrición en este grupo poblacional supone un mayor riesgo de contraer enfermedades e incluso de mortalidad.

Cuando las personas de la tercera edad no se alimentan bien, pueden enfrentarse, por ejemplo, a la aparición de un deterioro cognitivo, anemias, dificultad para controlar muchas enfermedades y una aceleración de las afecciones degenerativas.

Además, es importante tener presente que el proceso de envejecimiento afecta a la función digestiva, por lo que se reduce la absorción intestinal de los nutrientes, pudiendo ocasionar en las personas mayores cuadros de desnutrición, aun cuando estas requieran una menor cantidad de energía y, como consecuencia, necesiten comer menos.

De acuerdo con los expertos, los cambios que se producen en el organismo con la edad exigen aumentar la ingesta de determinados nutrientes para mantener una alimentación equilibrada que cumpla con sus necesidades nutricionales, impuestas por el deterioro asociado al envejecimiento.

Lo que se debe evitar

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que en la alimentación de los adultos de la tercera edad se debe evitar consumir:

  • Las calorías vacías o huecas: estos son alimentos que tienen muchas calorías, pero pocos nutrientes, como papas fritas, dulces, productos horneados, bebidas azucaradas y alcohol.
  • Grasas grasas: es importante evitar aquellos productos que contienen grasas saturadas y trans. Las saturadas son grasas de origen animal como las carnes rojas y embutidos, mientras que las trans son grasas procesadas en margarina y grasa alimentaria. Se pueden encontrar en los productos horneados que se venden en tiendas o alimentos fritos en los restaurantes de comida rápida.
  • Lácteos enteros: la leche y los derivados lácteos hay que tomarlos desnatados o semidesnatados.
  • La sal y el azúcar: se debe limitar el consumo de sodio porque puede generar retención de líquidos y azúcar, es posible que incide en enfermedades como la diabetes.
  • Condimentos: debe minimizarse el consumo de los alimentos muy condimentados y las frituras.

Recomendaciones de nutrición

  • La dieta debe ser variada para asegurar que contenga todos los nutrientes necesarios.
  • Se debe incrementar el consumo de grasas vegetales, preferiblemente mediante el consumo de aceite de oliva.
  • Es importante aumentar el consumo de frutas, legumbres, verduras y cereales, dado su elevado contenido en nutrientes importantes (vitaminas y minerales) y fibra, esencial para mantener la buena condición intestinal y evitar el estreñimiento.
  • Es necesario incrementar la ingesta de calcio (lácteos) y vitamina D. Esta última es esencial para la correcta absorción del calcio y basta exponer la piel al sol unos 20 minutos diarios (paseos) para obtener la cantidad necesaria.
  • Aumentar las grasas con ácidos esenciales omega-3 y omega-6, contenidos en ciertos pescados como el salmón, las sardinas, el arenque y el atún, entre otros.
  • Ingerir mucha agua a lo largo del día, preferiblemente fuera de las comidas y en pequeñas cantidades. Además de prevenir el estreñimiento, de esta manera se asegura una correcta hidratación del organismo.
  • Las formas de cocción para personas de edad avanzada deben ser al vapor, al horno o a la plancha.

Los expertos recomiendan prestar atención debido a que en esta etapa de la vida hay algunos aspectos que dificultan que se tenga una alimentación saludable. Por ejemplo, la ingesta de algunos medicamentos puede cambiar cómo se percibe el sabor de la comida, causar boca seca o reducir las ganas de comer.

También es probable que se presenten cambios en el sentido del olfato y del gusto o que haya problemas para mascar o tragar los alimentos. Estos son aspectos a los que los cuidadores deben prestar especial cuidado para evitar la malnutrición de los adultos mayores.

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